¿Vuelos largos? ¡Toma Agua!

AGUA, el mejor aliado para un viaje largo. A partir de vuelos con duración mayor a 4 horas es recomendable tomar bastante agua desde un día antes del viaje. Esto te ayudará a estar bien hidratado y así evitarás retener líquido en el cuerpo. La retención de líquido en un vuelo se manifiesta a través de pies o piernas hinchadas. Es una molestia bastante incómoda que vale la pena prevenir. Luego de chequear y pasar la revisión de seguridad, recomendamos comprar (o rellenar) una botella de agua de 0,75L o, mejor aún, de 1L para asegurar que podrás satisfacer tu sed durante el vuelo.

¿Y el agua del avión?

Algunas aerolíneas te colocan una pequeña botella de agua de cortesía, pero últimamente son muy pocas las que lo hacen. Muchas cobran por la venta del agua (que suele ser más cara arriba en el avión) y recuerda que durante el vuelo las azafatas te podrán dar agua, pero los vasitos son pequeños y podrías quedar con más sed. No es agradable pasar sed durante 6, 8, 9, 11 o 17 horas de vuelo. Y mucho menos pasar tanto tiempo sentado y con los pies hinchados.

Si en tu caso ya conoces que posees mala circulación, es también recomendable comprar los calcetines de compresión que activan la circulación. Son bastante efectivos. Tienen una tecnología que ejerce presión desde el tobillo y va disminuyendo de forma ascendente, de esta manera mejora la circulación venosa de retorno al corazón, previniendo la hinchazón y los dolores.

No obstante, si no deseas gastar más, hemos comprobado que con estar bien hidratados, levantarse de vez en cuando en el avión a caminar y hacer movimientos circulares o ascendentes y descendentes con los pies, puedes evitar la hinchazón. Como viajeros frecuentes, hemos realizado vuelos de 7, 9, 11 y hasta 16 horas. Fue con la experiencia que descubrimos que estar bien hidratados hace la diferencia.